lunes, 8 de agosto de 2011

Una página más

He releído mi libro personal más de 500 veces, y para ser exacta la página que está marcada con el día 22 de febrero de dos mil once. La he leído para ver si ahí encuentro la manera de deshacer este inmenso amor que siento.
Esa vez, en esa sala tan grande y obscura, presentía algo muy raro, bello pero malo, por eso no quería besarte, por eso no quería abrazarte, por eso no quería corresponderte, pero tu mirada seductora me atrapó y yo le respondí: conjurándose desde ese momento el hechizo del que no puedo salir.
Lo he leído tantas veces, lo he leído: cansada, aburrida, llorando, enojada, contenta, triste, feliz, hablando, en silencio, en suspenso, rápido, despacio.
A partir de ese día mi vida cambio, neta, cambiaron todas la demás páginas de mi libro.
Hoy va a cambiar de nuevo, no quería, te lo juro, en mi libro está escrito lo que te digo, que yo no quería, pero tengo muchos defectos y muchos errores; por eso tiene que cambiar, para que seamos felices de nuevo; como esos días en nuestro parque, en nuestro café, cuando jugábamos a ser niños, como cuando visitamos un paraíso, cuando subimos al cerro donde bajó Benito Juárez caminado, como cuando cantamos juntos, cuando nos escapábamos de todos para que no nos vieran, cuando nos salía lo “pavito, pavito” a los dos, todo, todas esas cosas, nos hacían felices.
Y hoy solo grito, porque yo siempre grito cuando ya no encuentro respuestas: ¿que nos paso?
Y tu respondiste a una pregunta que según yo nunca tenia respuesta, y respondiste bien: Eres tú la que ha hecho todo mal, eres tú el problema. Y entonces me juego mi última carta: Que te vaya bien, como dice mi Bunbury: “Que seas feliz, aunque no sea conmigo”

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails