lunes, 9 de enero de 2012

Algo que jamàs sabras!


Esta será una de las cosas que no leerás y no sabrás. Hoy la relación de amor que teníamos se acabo, como muchas otras, como muchos amores, como tantas locas enamoradas acá estoy muriendo de dolor, con el alma destrozada, desangrándome, haciéndome promesas a mí misma, y asimilando que todos los sueños, los planes toda la vida se acabo, se murió.
Hoy no voy a recordar todo lo vivido, como cuando te pedí que “esperaras un poco más” hoy no te voy a recodar todo lo que vivimos, ¿para qué?
Solo quiero contar algo que tú nunca sabrás…
Cuando decidiste por fin ser sincero y decir que todo estaba terminado, que ya no había amor, yo muy fuerte te dije que estaba bien, que lo aceptaba, me orgullecí por unas horas, para que vieras que también era fuerte y firme. Pero luego vino a mi cabeza todo el amor que te tenía, todo lo que sentía por ti, y como estúpida decidí rogarte… como una perra me arrastre ante tu orgullo para matar el dolor que sentía… te roge, como nunca imagine, si! Embarre mi orgullo y te hable por teléfono, para decirte: Que todo estaba bien, que habláramos, que te perdonaba todo, que me perdonaras si algo malo había hecho, estaba dispuesta de decirte que no me importaba mi orgullo y mi dignidad, que si querías verte con otras mujeres yo no te lo iba a impedir, pero que no me dejaras, que estaba dispuesta a todo pero que regresaras, y sabes  te agradezco, como nunca que hayas dicho: No puedo, estoy ocupado, cuídate bye!
Gracias. Porque esa mujer que lloro como nunca, que arañe todas las paredes, tire todo lo que encontré en mi paso, quería morir, si, quise morir y no saber más… me arrastre por todo el piso, grite, páliale, morí…
Esa mujer me hizo ver, lo más hermoso… que pude amar locamente a una persona como tú, que trituro mi dignidad, que mutilo mi corazón para que crezca uno nuevo. Que tengo desangrando el corazón, pero no me voy a morir, sanaré… Lo juro que sanaré.
Hoy sé que nunca más volverás a ver a esa estúpida que estuvo contigo un año, no, porque la han matado, hoy me siento fuerte, con ánimos, con ganas de demostrarle al mundo que crucé el pantano y sigo viva.
Gracias por haberme demostrado que pude ser tan débil, que alguien como tu puede pisar mi dignidad sin remordimientos, sin cariño, que todo lo que un día dijiste te sirvió para que me hayas visto como lo hiciste, arrastrándome ante ti, gracias por el dolor más grande que me hiciste sentir, gracias por demostrarme que yo no valía nada para ti… ahora es mi hora de demostrarte que puedo olvidarte y perdonarte.
Donde quiera que estés y con quien estés: Que seas feliz!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails