martes, 28 de septiembre de 2010

El aula de Renato Leduc.

El maestro de griego nos decía: Las palabras
macularon su antigua pureza. Las palabras
fueron antes más bellas… Las palabras…
Y la voz del maestro se quedaba prendida
de una tela de araña.
Y un muchacho con cara de Hamlet repetía:
Palabras… Palabras… Palabras…
Pequeños refranes: El que calla otorga.
Oh amada,
que calzas tus frases con chanclos de goma,
pero nunca otorgas.
¿Conoces la nueva?
El silencio es oro, la palabra es plata.
Ergo, pignorables.
Y existen palabras que solo se dicen
en casos fortuitos,
como la palabra del Abracadabra…
El maestro sigue diciendo palabras.
El arte… la ciencia…
Algunas abstrusas, algunas preclaras.
El muchacho con cara de Hamlet, bosteza;
y fuera del aula,
un pájaro canta
silencios de oro
en campo de plata…

Mundo reformado.

Y despertar, sí, descoser las mejillas de los ojos, abrir los parpados y ver mundo trasformado. Un loco o eterno impulso de despertar antes del alba. ¿No han sentido eso?
Quien no ha deseado abrir los parpados en el crepúsculo, continuar con el mismo esfuerzo, y dejar ese fatigoso circulo de costumbres estereotipadas, y ver un mundo que hubiese sido recreado de nuevo en las tinieblas para nuestro deleite; un mundo en el cual las cosas poseerían otros secretos; un mundo donde el pasado ocuparan poco o ningún lugar, y los recuerdos se quedarán en una ermita, porque los recuerdos más alegres causan daños y lo recuerdos más tristes causan penas.

Así es, un mundo dónde después de millones de años funcionando, 1000 después de haber amado, 500 de haber olvidado, 200 de una independencia, 100 de una revolución, 50 de haber mentido, 20 de haber vivido; se revolucione.

Que mi rutina, se revelé ante mis ojos y me juzgue por aprisionar falsos valores. Que las creencias detonen en mis oídos, y desaten el nudo mi boca; ahora sabría que los secretos de la vida serían otros, que no caminaría por carreteras sin reproches. Me aventaría a laderas y cumbres, correría por veredas para alcanzar todo lo que me proponga. Los deseos y las pasiones me tendrían miedo; mi ambición por ser envidiada por los volcanes, me daría satisfacciones.

Las noches, sería de muchos y de nadie. Las bestias matarían para alimentarse. Serían el cimiento para idilios de gatos. Los rancheros y sus fogatas dejarían escapar las canciones de sus gargantas flojas; las guitarras y el amor se unirían al cuerpo del poeta, para crean los versos más hermosos para sherezada.

Un mundo recreado al que puedo conquistar. Escuchar será una virtud, hablar una enseñanza, mirar será un placer al que me ha despreciado. Zarandeó la fortaleza, pero no quebró las esperanzas. Puedo despertar, pero me espero…



lunes, 20 de septiembre de 2010

Soliloquio de un Toro.

Comparto con ustedes, este bonito poema,  que mi Padre recitó un día para mí.

Soliloquio de un toro viejo
de Andres Z. Barba
interpretado por Vicente Fernandez

(canción popular)

Soy un toro destacado
que vive solo,
apartado en una cañada
en el fondo, amogotado
en lo hondo de escondida encrucijada.
Ya no significo nada
me aparto de mis rediles,
se han tornado mis abriles
en un riguroso invierno.
Ya no mujo, ya no cuerno
ya se me agotó el coraje
medroso voy al aguaje
acobardado, menos como.
Ya no me echo arcilla al lomo
rascándola de la tierra,
bramando y pidiendo guerra
y rabiando de fatiga,
untándome de buñiga todita la palomilla
ya no vale ni cuartilla
aquél que fuera ejemplar
aquí, y en cualquier lugar.
Yo varias plazas cubrí
a mil jinetes tumbé.
Con la capa acometí
y con la pica topé.
Varias reatas reventé
de las trancas me burlé
los lienzos no respeté
y a donde quiera que fuí
muy buena fama senté.
La vaca que galanteara
para ponerla en calor
no hubo otro toro mejor
que disputármela osara.
Por tener grueso el morrillo
y mis cuernos tan puntales
los vacunos sementales
me declararon Caudillo.
Mis amos me presumían
los vaqueros me temían
quienes mi fama admiraron
en corridos lo cantaron.
Nadie me trataba mal
pasé de ser buen semental
produje apreciables crías,
y el que pasara sus días
tan arrogante y ladino
de pelo brillante y fino
tan altivo, infatigable
esgrimiendo siempre el sable
con destreza y con valor
como el mejor gladiador,
ahora se espanta si ladra un perro.
Me reta cualquier becerro
y a ese reto rehuyo
ya se acabó mi orgullo
perdí aquella vanidad
que nunca fué necedad
y a fuerza de hacer alarde
cuando allá de tarde en tarde
siento que el cuerpo me pide
poner una vaca en gesta
la requiero y me detesta
y con desdén me despide,
sintiéndose hasta molesta.
El tiempo inexorable
no da vigor perdurable.
Mis astas se resecaron
mis pitones se astillaron
aunque en rico pasto agosto
cada día soy más angosto
inútil, menos pesado
ya me siento muy cansado
y con dificultad camino
más clama mi destino,
un detalle siempre grato;
ver pendiente mi retrato
y con gran satisfacción
en mi generación
de tal placer no me privo
es mi único lenitivo
con satisfacción lo digo
y por ello, a Dios bendigo.
Cuando apartan las vaquillas
blancas, pintas, aguilillas
propias para el apareo
tan robustas y coquetas
melancólico las veo,
y me relamo las jetas
en ellas mis ojos fijo
admitiendo en mis secretos
que las fecunden mis hijos,
mientras que crecen mis nietos.
Ahora en tiempos fríos
recorriendo los vaqueros
toditos los criaderos,
a unos compañeros míos
cortaron de sus vacadas
condujeron al corral
allí dijo el caporal:
que por tanto haber vivido
no cumplen su cometido,
procedamos a castrarlos,
a la engorda incorporarlos,
y antes de los fríos de enero,
mandarlos al matadero.
Y con ellos me acotejo
soy de su edad, o más viejo
de escapar no encuentro medio
y no tengo mas remedio
que correr la misma suerte
“castración, engorda y muerte”.
Por ello es que escabullido,
vivo solo, apartado,
metido en una cañada
en el fondo amogotado
en lo hondo de escondida encrucijada
cortado de mi vacada
y pidiendo al Supremo Ser
ya que eterno no he de ser
no permita que me humillen,
a mí, que no me anovillen
aunque vaya al matadero
yo prefiero en mis mogotes
ser pasto de zopilotes
pero sí, morir entero.
Es mi caso y con prudencia,
juzgo con resignación
mala la comparación,
pero poca, muy poca
la diferencia.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Quiero dormir.

Me agoté, me gasté, me resigné, tal puedo decir que me di por vencida anticipadamente. Pero ahora que reacciono en esta guerra solo estoy Yo contra Yo, y parece que la guerra esta perdida.

6 libros más, solo esos leí. De 10 solo dos pendientes salieron de la lista. Casi un año transcurrido, y aunque el sol aún no se oculta, yo tengo ganas de dormir.

Mis ojos se cierran, mis bostezos son grandes y continuos, realmente estoy cansada. Sí, tengo ganas de dormir, y no pensar en esta guerra sucia de olvidarte. Más de 15 mil virtudes y 20 mil mentiras no es fácil destruir. Necesito madurez y sensatez. No la tengo.

En el camino recoges virtudes y compones defectos, pero yo no encuentro nada. Es triste esta suerte. Quiero dormir, sí, yo quiero dormir, solo así puedo amarte.

Tengo un país secreto en mis sueños, ahí me amas, ahí te amo. Hablo y escuchas. Ahí no espero, ahí vivo. Soy feliz, porque tú no vuelas hacia el sol, vuelas hacia mi flor, chupas las mieles que solo son tuyas, hueles mi aroma creado para ti. También soy aire y me respiras, no tengo prohibido amarte. Ahí no hay guerras contra mí misma por olvidarte. Yo quiero soñar.

Quiero dormir, viajar con la nave de mis sueños, para llegar a ese mundo donde me esperas tú. Yo quiero dormir, que los parpados se me peguen con las mejillas y haya manera de despertar. Déjenme dormir y disculpen si no vuelvo a despertar.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La vida no es justa, pero yo sigo mi vía Crusis...


Sí, todo estar mejor. Yo resignada con el destino después de que leyera el Vía Crusis de nuestro señor Jesús. Vaya respuesta que me dio, después de tanto reproche que aunque no me atrevía a decirle, él lo escuchaba de mi mente.
Desde hace aproximadamente dos semanas, simulé una encuesta entre mis amigos y familiares, en la que pregunté: ¿la vida es justa?, para mi si, para mi no, a veces, tal vez —respondieron algunos—. Pero no, yo quería saber si lo era o no, punto.

Como era de esperarse me voltearon la pregunta, querían saber mi respuesta sobre mi pregunta. Yo ya tenía mi respuesta, y precisamente porque era muy dura y cruel, quería que alguien me convenciera de que la vida puede que no sea justa, pero es lo mejor que Dios nos pudo haber dado, y que aunque no tengamos lo que queremos, no importa, siempre debemos de verla así, como lo mejor de lo mejor que nos pudieron haber dado.

Discutí con un tío, debatí con un amigo de mi Padre, convencí a un amigo de que la vida no era justa, así estuve hace ocho días, con mi simular-encuesta y con mi temida pregunta.

Ahora voy a responder, porqué necesitaba una respuesta. El tío Rogar me platicó que su amigo, tuvo un golpe de suerte, que ahora era un importante empresario, con demasiado dinero, mujeres, lujos, casas, amores, felicidad, sin que nunca se haya esforzado. La tortillera, no encuentra la solución para seguir pagando la escuela de sus hijos y su alcohólico marido no la ayuda, ella trabaja 7 horas frente al comal, 4 horas en un lavadero y 5 frente a la plancha. Mi amiga, ha pasado por dos abortos, tiene muchos pretendientes que desean casarse con ella, y lo demás que importa. Brianita de cinco años de edad, perdió a su mamá hace dos años, murió de cancer, y hace 20 días le detectaron la misma enfermedad a ella, ahora lucha para sanarse. Sara Corrales, es guapa, bella, tiene la mejor ropa, calza los mejores zapatos, se siente amada y es feliz, tal vez destruyó el hogar de él, pero que importa ella es feliz. Los angelitos con capacidades diferentes —ausentados de este mundo— no desean, dinero, carros, ropa, un enamorado, un casamiento, solo quieren amor y poder comunicarse con nosotros. Puedo seguir, pero le paro.

Pues sí, todo se colapsó en mi cabeza, que empezó a enfermar mi corazón. Sábado 4 se septiembre de 2010, llegué a mi casa, regresaba de donde me resistía a regresar, pero regresé, me encerré en mi cuarto y me ausenté. Prendí la computadora e inmediatamente vi un mensaje en mi bandeja de entrada, esta ahí “VIA CRUSIS DE JESÚS”. Encontré mi respuesta.

Voy a sintetizar lo que entendí: Jesús, no salió a bailar, no viajó (como paseo), ni fue a la playa, ni tomaba con los amigos en los antros, no gastó su dinero para conquistar mujeres. Había más personas que sí, y no por eso sintió que la vida era injusta. A él lo crucificaron clavando en sus manos y sus pies esos horribles clavos, y aún así no dijo que la vida era injusta, lo despojaron de sus ropas (algo material) y no por eso le reprochó a su Padre, Madre, amigos, que la vida era injusta. María, la Virgen, vio como destruían la obra más hermosa y perfecta de Dios, que había sido creado en su vientre, pero no renegó de la vida. Jesús, siempre amo la vida, como haya sido, como le haya tocado, y siempre ayudo a las personas que pudo sin criticar a las que disfrutaron de la vida de una manera equivocada, y en sus últimos gritos de su vida, pidió a su padre qué no los tomará en cuenta, porque no sabían lo que hacían…

Así púes, termino con la mejor respuesta a mi pregunta. Y sigo mí vía crusis muy bien acompañada de Dios, con mucho amor para dar y ayudar en donde pueda, pero sobre todo ayudándome a terminar una lista de pendientes que se quedó estancada…

lunes, 6 de septiembre de 2010

Es hora de buscar...



Cuando la vida pierde su brillo.

Cuando el tiempo deja de existir.

Cuando ya no queda esperanza.

Cuando no hay deseo de vivir,



Cuando las flores no te impresionan.

Cuando no ves la belleza de una mariposa al volar.

Cuando no oyes música en el piar de un pájaro.

Cuando el arco iris no te hace pensar,


Cuando la alborada no te habla.

Cuando el rayar del día no te hace sonreír.

Cuando el cantar del gallo no te anima.

Cuando el calor del sol no te hace mejor sentir.



Si te preguntas el por qué.

Si buscas una explicación.

Si la vida no tiene sentido.

Si crees que nadie tiene razón,
 


Si el embarazo de una mujer no te dice nada.

Si el nacimiento de un niño no te hace llorar.

Si un: -- "papá dame un beso" no te llega al alma.

Si un nieto no te hace soñar,



Si el firmamento no te pasma.

Si las estrellas no te ilusionan.

Si la luna no te mira.

Si el universo no te asombra,

es hora de buscar a Dios!

Compré una esperanza :D

No puedo vivir sin esperanzas, casi nadie podría, porque en un “casi” entrarían aquellas personas a las que ya no esperan, sino ahora disfrutan de lo que esperaron.
Yo sigo con esperanzas, cada vez son más pocas, pero ahí están. He disfrutado de unas y de otras he sufrido porque no llegan o porque son como una estrella que de repente se apagan.
También tenemos que agregar en ese “casi” a esas personas que simplemente se perdieron en los laberintos y dejaron sus esperanzas en alguno de ellos.

Ayer cuando platicaba con mi padre, me acosté a su lado, y le pregunté: ¿tiene esperanzas?, de qué —me respondió— tiene esperanzas de la vida, de la suerte, de la familia, de todo en general ¿tiene esperanzas? —volví a preguntarle—.

Después de pensar y entender porque preguntaba en el mismo modo que lo hacía de pequeña, me respondió: Yo nunca he dejado de tener esperanzas, algunas veces dejo de creer en algunas, pero luego me nacen nuevas. Hija, la vida es como el mar y la espuma son las esperanzas, para que parezca bonita debe de tener espuma, sino sería como un río, pero el río es tranquilo y no te da los mismos revolcones que el mar y sino te revuelcas no aprendes a nadar enfrentando cualquier ola que venga hacia ti —dijo mi padre—.

Las esperanzas, el mar, la espuma, los revolcones, las olas, todo hizo un embotellamiento en mi cabeza. Tengo esperanzas. No tengo duda que tendré más, ¿pero como se adquieren las esperanzas? Con la vida, con la fé, con el tiempo, con ilusiones, con fracasos, con amores, con desamores. Todo eso y más te dan esperanzas y también te las quita.

Me estoy quedando sin espuma, tengo esperanzas, pero no las suficientes para ser un bonito mar. Me urgía una esperanza, la busqué como loca los días pasados, pero no la encontré, al contrario perdí varias sin obtener ninguna. Yo quería una esperanza, eso era todo.

Alguien me dijo que no se pueden comprar, pero se equivocó. Hoy compré una, no es precisamente como la quiero, pero estaba en venta y la compré. Me costó muy barata: 10 pesos, pero me dio una esperanza para 37 millones de pesos. Definitivamente no es como la que quiero, pero hoy tengo una nueva esperanza…

domingo, 5 de septiembre de 2010

Mi flor de lis!!!

Después de mucho tiempo y de estar en la lista de pendientes, al fin tengo a mi FLOR DE LIS... ella. me da : la Gloria, el Esplendor, la Inocencia, la Pureza, la Alegría y Fuerza de Vida para seguir mi camino.
Primer pétalo: El árbol de la vida
Segundo pétalo: La resurreción
Tercer pétalo: El amor a Dios

Para vivir. (Alejandro Fernandez)

Que difícil es refugiarse del dolor
Cuando se muere cada noche de desamor,
Que difícil es dibujar ausencias de ti,
Soñando con las sombras de ese tiempo feliz,
Que difícil es escapar a mi soledad
Y a tantas ilusiones que no volverán,
Solo huellas del ayer,
Solo trazos de un querer
Al verte tan lejana y fría se muere el alma mía,

Para olvidar me falta tiempo,
Para llorar me sobra vida
Y no habrá dolor más grande que no volverte a ver,
Para esperar me falta fuerza
Para intentar me sobra fé,
Y se escapa de mis manos la mujer que tanto ame,
Para volver me sobran ganas,
Para aceptar me falta el alma
Y se escapa entre las sombras que me diera su luz,
Me queda tanto para darte,
Mi corazón mi juventud
Pero a pesar de lo que tengo
Para vivir me faltas tu.

Que difícil es aceptar que ya no estarás
Y quedo en el desierto de mi soledad,
Solo huellas del ayer,
Solo trazos de un querer
Al verte tan lejana y fría se muere el alma mía,

Para olvidar me falta tiempo,
Para llorar me sobra vida
Y no habrá dolor más grande que no volverte a ver,
Para esperar me falta fuerza
Para intentar me sobra fé
Y se escapa de mis manos la mujer que tanto amé,
Para volver me sobran ganas,
Para aceptar me falta el alma
Y se escapa entre las sombras que me diera su luz,
Me queda tanto para darte,
Mi corazón mi juventud
Pero a pesar de lo que tengo...

Para vivir me faltas tú.

viernes, 3 de septiembre de 2010

lista de conocidos...

Muchos meses, mucho tiempo y no es posible que empiece a pensar en lo mismo. ¿Sabes que pensé durante estos meses? Puedes relajarte para empezar a reír.
Cuando me indigné por tu manera de “quererme”, por decirme las palabras más tristes que escuché de tus gruesos labios, me enojé, pensé que ibas a reaccionar con un sentimiento de culpa y me llamarías para disculparte. No contestaría el teléfono —pensé— hasta que te cansaras de llamar, --entonces dije —llamará al trabajo pero solicitaré no me transfieran ninguna llamada a mi extensión sino dan su nombre completo y el motivo de la llamada. Espere días, semanas, más semanas. Imaginen una tonta esperando la llamada de él último en acordarse de vos. Inmediatamente esas cosas que dan cuerda a mi imaginación —demonios tengo miles de ellas— me aconsejaron que posiblemente planeabas una sorpresa (ramos de flores, chocolates, regalo etc.) o querías verme y me buscarías cuando saliera del trabajo. Tengo el premio Nobel de ingenuidad. Los días pasaron, las semanas, los meses. Dios mío.
Cuatro meses después, vino la llamada esperada, no podía desperdiciar tal vez la única que por error habías hecho a mi teléfono. Preguntaste “X” cosa como a una vieja conocida, sí conocida, y no era ni tu amiga, ni tu novia, ni tu amante, solo era una conocida. Aleluya, soy una conocida, fue entonces cuando perdí todas las esperanzas de que me pidas una disculpa, tan solo una.
Pero lo escrito no se borra, y estaba escrito volver a verte a los 5 meses con 13 días y aproximadamente 3 horas (pura casualidad dar esa cuenta), y ya no quería “mis disculpas”, solo quería sentir que me conoces, que me echaste de menos. Caramba que si soy necia.
Un abrazo y un beso fue lo único que necesitaban de nuevo “esas cosas de mi cabeza” para que emperezaran de nuevo a esperar otra llamada,  de esas esas llamadas que a veces se te olvida hacer. Y claro al verme hiciste como si me conocieras de años, pero me imagino que tratabas de recordar dónde habías visto este tímido rostro en otra ocasión.
Creo que al fin que pudiste recordarme y me dí cuenta que efectivamente ahora formo parte de tu lista de los conocidos. Sin embargo yo, durante todos estos meses al levantarme diario pensaba ¿llamará hoy?, y casi aseguro que en cambio tú, me habrás recordado dos o tres veces en todos estos meses, a lo mejor lo hiciste cuando buscabas algo y no lo encontrabas o platicaste con una persona que fuera muy infantil e ignorante, y habrás dicho: dónde he visto una persona parecida, haa sí, se parece a sherezada ó cuando revisabas la lista de conocidos que tienes en tú agenda de telefono.
Si da risa, saber que hay personas que pueden creer que alguien llamará para pedir disculpas, o que después de querer a una persona, piensas que te echará de menos. Aquí estoy, presente.
Eso no es lo peor, lo peor es que te vuelves aprendiz de algo que ya sabes en que va a terminar: nadie te llamará para pedirte una disculpa, aunque te ofenda y te hiera y cuando des tu corazón entero, ten por seuro que pasarás a formar parte de la lista de los conocidos.

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