se va, se va, se fue...

Ella se pregunta, ¿Cuándo dejaron de ser niños?, cuándo, que no pudo darse cuenta. Ella quiere saber cuando dejaste de ser el niño que la perseguía para atraparla, cuando dejaste de ser el niño qué con tus manitas acariciaba sus cabellos y le hacia cosquillas hasta matarla de la risa.

—mil veces repite — ¿Cuando dejaste de ser niño?

Tantas promesas que parecen congelarse con la distancia y con el tiempo, y que se hacen duras y firmes como si nadie pudiera romperlas, todas esas promesas que me hago en silencio, para que no sepas que planeo olvidarte y dejarte de amar como ahora lo hago. Todas esas promesas has derretido nuevamente en mí, con el calor de tus manos y tu cuerpo deshiélasete mi logros de olvidarte.

Ya había olvidado el motivo de mi primer entrada, y empezaba de ver de nuevo a mi amigo de la infancia, ya tenia un amor por quien lloraba. Pero tú no entiendes como me haces mal, que todo esto me puede matar, no envenenes a mi corazón con el dolor de saber que no me puedes amar.

Cuando deje de ser la niña a quien cuidabas, a la qué querías como a una hermana, cuando dejamos de ser los niños que jugábamos por los columpios, por la resbaladilla, corriendo por todos lados sin importarnos nada.

¿Cuándo dejamos de ser niños?, ¿Cuándo dejaste de importarte? Cuando, amor, cuándo…

Desahogando el alma

Les comparto esto que sin un riqueza literaria expongo mi sentir... Gracias.

Trato de ocuparme, de no pensar
Trato de llegar tarde con un pretexto
A mi hogar que hoy es mi mortaja
Siempre queriendo engañar al tiempo…

Estando quieta, de nuevo me abraza
Esa sensación angustiosa y de trauma
¡Quiero dormir! Que amanezca pronto
Quiero huir del recuerdo que aplasta…

El ruido del cielo, el aeroplano que pasa
Irónicamente por mi hogar, la ruta que trazaba
El trayecto a tu pronto encuentro y regocijo
Hoy solo me trae una triste y vacía nostalgia…

He borrado las fotos donde apreciamos juntos
lanzándolas a una papelera de reciclaje definitiva
Con eso sello resignadamente tu libertad
Con ese ritual, te digo adiós mi ángel bello…

He cambiado mi entorno, mi hogar
Todas esas cosas y detalles que te recordaban
Aún tengo tu olvidado libro de guerra
Quizás te lo devuelva, quizás no lo quieras más…

Siempre te pienso, a veces te lloro
Esto es como una enfermedad del alma
Yo ya no puedo mirar a nadie más
Ni me corresponde a quien yo ya no veo…

El tiempo que no pasa y se alarga
Quisiera de una vez por todas olvidarte
Así como quizás tú ya lo hayas hecho
O quizás en tu silencio aún me llamas…

Ya no quisiera caminar por esos caminos
Donde un día anduvimos juntos
Nuestros mismos amigos me recuerdan a ti
Ellos solamente me ven… bajan la mirada…

Solo espero encuentres tu camino mi gaviota
Solo quiero saberte algún día feliz y amado
Solo espero que cuando ese día llegue
Yo también haber encontrado mi causa…

No sé cuando deje de escribir estas líneas
Que son de melancolía, lamento y añoranza
¡Déjenme por favor hacerlo!... sé que cansan
Pero solo de esta manera, le doy paz a mi alma…

Un ángel duerme...

… cuando me desperté, quise comprobar que no había sido un sueño. Entré a la recamara y sí, estabas ahí como un niño durmiendo, tu carita estaba relajada, estabas boca abajo con las manos abiertas, tus piernas tenían la forma de un “4”, producías un ronquidito tan suave, hasta me pareció encontrarle un ritmo de música romántica. Me acerqué y toqué con mis manos tus mejillas, tus ojos, tu nariz, cuando toqué tus labios, cambiaste de posición dando la vuelta para mostrarme completamente tu carita fina.

Pude darme cuenta que andabas vagando sobre un sueño muy profundo o muy lejano, entonces me aproveche de la ausencia de tú alma y quise acariciarte más. Primero te contemple y me imaginé muchas cosas sobre los dos, quise que hoy fuera el ayer que esperé, y que el ayer se proyectar en un futuro que ya es hoy.

Jugué con tus manos por mucho tiempo y me aproveche de ellas para qué me abrazaran, abusé de tu sueño para besarte, y en mi mente te decía cuando te quería. Me confesé en silencio sin que te dieras cuenta, como símbolo de arrepentimiento me enrollé en tus brazos completa. Regresarte del sueño en que vagabas y me tomaste con mucha fuerza, te dije muy suave que nunca me dejaras y sin fuerzas me regalaste una sonrisa.

Son hermosos tus sueños que me dan calma, eres mi amor que me da fuerzas, quiero contemplarte todas las mañanas y amanecer pegada a tus brazos. Eres hermoso a mi lado, eres maravilloso cuando hablas, eres un ángel cuando duermes… seré la guardiana de tus sueños.

Bye, adios, hasta nunca.

Chiquiti bum a la bim bom va… sherezada, sherezada rrarrarra!!!! Esta porra es por mí, y por ti, tú porqué al fin te fuiste, y por mí porque pude dejarte ir.

En el fondo no quisiera apartarte nunca de mi vida, pero a miles de millones de billones peticiones tuyas, hoy te complazco y te libero de mi corazón. He aprendido contigo nuevamente una cosa aunque no la hayas dicho, pronunciado, hablado, platicado etc. pero he aprendido que cuando alguien diga que no te quiere a tu lado, hay que apartarse de su camino desde la primera llamada para una función a la qué ya no somos invitados.

Perdón por no haberte obedecido, pero no era yo, ni tú, ni nadie, era mi corazón el que no te dejaba partir, así que tuve que ser estratégica y con un truco qué yo desconocía hice una última jugada… lo ilusiono con un nuevo amor.

Entonces con unas palabras mágicas, y un ritual que haré en Beauxbatons, estarás liberado dentro de unos instantes, pero tengo que advertirte algo de esta liberación, es permanente, ya no hay otros hechizos que te hagan regresar…¿ no es maravilloso?, al fin te complazco en algo que te hará muy feliz.

Bueno púes vamos a celebrar, con muchas porras y alegría que te he dejado liberado de mi corazón, que ya no estropeare mas tú vida con mi amor, que ahora sí te has ido…

Aves de paso (Con dos Grandes Maestros)

No me enseñaste

Carta a mi Abuelita.

Ahora puedo escribirte a ti, Abuelita, porque mientras te ubicas en la casa de Dios, pensé que fueron suficientes los 30 días que han pasado desde que te fuiste. A lo mejor la carta llegue después de dos días, como eres nueva van a tardar en encontrarte.

Abuelita, perdóname si no lloré como todos en tu entierro, pero tú sabes ahora mejor que nadie que ya me cansé de llorar, y que el llanto no es la maquina del tiempo (la que te decía de pequeña que yo inventaría), las lagrimas no regresan el tiempo, ni devuelven las cosas y tampoco te darían la vida de nuevo, pero la verdad, es qué aún me duele el pecho y garganta de resistir ahí esa presión que hacen las lagrimas y gritos cuando quieren salir.

Estaba consiente que algún día te ibas a adelantar en ese viaje y que nos ibas a dejar aquí en este mundo, pero me sorprendiste, te fuiste muy rápido que aún no lo creo.

Dice mi padre que desde que nací, todos decían que sería tu retrato. Cuando tenía 4 años (edad dónde se empiezan a crear los estigmas de la vida), todos me llamaban por tu nombre en diminutivo “Lolita”, después una de mis tías dijo que me parecía más a tú madre, y tú dijiste que sí que era igualita a ella, así que a los 7 años me decían “Quetita”, El caso es qué me heredaste muchas cosas tuyas junto con tu madre. No me heredaste joyas, ni casas, ni dinero, sino lo mejor de ti: me heredaste tus ojos, la frente (bisabuelita), los labios, las cejas, la risa, la voz, pero lo mejor fue tu corazón, aún qué sea tan débil y tan tonto, pero eso fue lo mejor de ti.

Sufro mucho por tú partida, yo quería que tú vida fuese distinta, que mi abuelito no fuera tonto para abandonarte, pero qué culpa tenias tú abuelita, si tu corazón solo tiene espació para un amor y el amor de mi abuelito fue muy cobarde.

Cuando té vi en tu camita acostada como cuando dormías, no podía creer que solo era tu cuerpo. Creo que los sueños de amor por mi abuelito te arrancaron el alma y por eso nos abandonaste.

A veces siento que me gritas y luego te imagino en tú silla bordando tus pañuelos, a veces como qué escucho tu risa. Yo sé de qué moriste, fue de amor, sí fue de amor por mi abuelito, y no me mientas porqué recuerdo la carita de muñequita que ponías cuando te hablaba de él.

Ya te fuiste y me dejaste ese corazón —tú me lo dijiste— que era igualita a ti de tonta jajaja, me diste muchos consejos qué parecías una muchacha de 20, pero te agradezco mucho que me quieras tanto. Yo siempre pensaré en ti te lo prometo, y nunca borrare tu imagen de mi mente.

Cuídate abuelita, pórtate bien ahí, y si puedes contestarme mi carta, cuéntame como es el paraíso, porqué yo ya lo quiero conocer, y más ahora que sé que estas solita ahí.

Habla con Diosito de mí, recomiéndame con él dile que soy buena y que he porto bien, que me cuide mucho y que no me hagan sufrir, tú abuelita intercede por mí ahí, que yo intercederé por ti acá…

Quiero imaginar

Hoy quiero imaginar, que un día te acordaras de mí y que me dedicarás una canción en dónde me pedirás perdón por no haber podido amarme como siempre quise, la canción debe de decir: que estas arrepentido por dejarme ir un día de tu lado, que lamentas mucho el no haberme querido, pero que me recuerdas de vez en cuando.

Hoy quiero imaginar que yo soy feliz, porqué conocí el amor, y no fue en un hombre; que ya no te amo, que ya no pienso diario en ti y que ya no espero tu llamada.

Sí, hoy quiero imaginar tantas cosas, para pintarle un color a mi cara con una sonrisa. También me gustaría imaginar que las flores hablan, qué el sol se ríe, y el aíre me abraza, que me enamoré de una ave muy grande, color rosa o azul tal vez, que me enseñará a  volar y conquistarémos el mundo.

Quiero imaginar que estoy en el mar —con mi ave—. Voy corriendo por la playa y mi ave me persigue, como jugando a "las atrapadas", tengo mucha risa y soy feliz, muy feliz.

Hoy quiero imaginar que después de 4 años voy a volver a verte, será casual nos encontraremos en la calle y entonces me preguntáras:

— ¿Cómo estas?— con ese tono de alegría que tienes.

— Feliz— te contestaré y te presentaré a mi ave y platicaremos contigo, contandóte nuestras locuras.

Estoy segura que no te gustará, púes pensaras que debí enamorarme de otro hombre o que posiblemente seré madre de un hijo, pero no. Yo quiero imaginar que con un ave, pude olvidarte todo ese tiempo, que volé por el cielo tocando las nubes, que el sol me sonrió y acá abajo las flores me hablaron.

Pero mi imaginación, así como empieza termina, y la sonrisa se me borra de nuevo, pero es que, yo solo quería imaginar por un instante que puedo olvidarte…

Estaba ahí, yo la vi...

… cuando llegué a la casa, la vi ahí en un sillón sentada, tenía treinta años más que yo, demacrada, sin peinado ni maquillaje, con unos trapos sucios y envueltos en su cuerpo, era increíble que ella fuera yo. La vi con coraje y ella tenía una sonrisa sínica, como si estuviera contenta ahí, como si su vida fue la mejor de la historia.

Con miedo me senté a su lado, y lloré, la miré con ojos de reproche y al fin salió mi voz: ¿esta contenta ahí?—le pregunté—, y con su risa burlona me contestó — me da igual y a ti— me quiso tomar de la mano, pero no lo permití. Empezó a hablar, con la mirada hacía abajo y su semblante había cambiado, creo que le di lastima por como lloraba.

Fue muy corta nuestra plática pero aún no olvido sus palabras — Sherezada, te he mandado a llamar porqué aún estas a tiempo de cambiar nuestra historia— y así continuó con todo esto:

No es fácil, la vida no es fácil, pero diviértete, tienes una “baraja debajo de la manga”, “tu juventud”, cuando te equivoques en algo, considera que son los errores de principiante de la vida, porqué eres joven. Es verdad que hay ilusiones que no se realizarán, promesas que no se cumplirán, amores que se irán, los sueños son solo eso, sueños, pero te ayudan a imaginarte y construir una realidad.

No me mires así—me dijo— yo hice mal las cosas, porqué pensé que la vida se acabó cuando no pude conseguir el trabajo que deseaba, cuando las deudas se hacían más grandes, cuando esperaba a un Romeo con su caballo y llego un Sancho con su burro Rucio, se me hizo injusto todo, pero no entendía la verdad de las cosas. No tuve ese trabajo, porqué mi familia se alejaría de mí, tenia deudas, que eran acertijos para aprender a resolver los demás obstáculos de la vida, y Sancho me enseñaría a montar primero un burro, para que no me cayera del caballo de Romeo. La vida se me pasó y por eso ahora te observó a ti… ¿qué vas a hacer tú para cambiar todo esto?

Desperté, corrí al sillón para ver si ahí seguía. Solo fue un sueño, pero es verdad, hay que cambiar la historia…

¿Porqué?...

Porqué amor, porqué?, porqué no me dejaste tres segundos más contigo… Ahora sé qué ya no te tengo, te has ido, huelo tu ausencia y tu olor esta cada vez más lejos…
¿Porqué amor, porqué?, porqué me borras…

El Cristo del Milagro

Yo quería platicar y contarle a mis amigas lo que siento, tal vez mi mejor amiga era la persona correcta, pero no sé pudo. Ellas hablan de sus cosas, de amores, de placeres, lo mío suena parecido, pero no es lo mismo. Me dio pena contar que no encuentro la salida de un amor que fue verdad sobre una mentira, me dio pena contar que creo en un amor que nació en la basura, me dio pena contar…

Entre por la puerta de madera grande, de lado derecho estaba él, “El cristo de Milagro”, estaba mi Cristo a lado de San Juditas Tadeo, y miraron como adivinado a qué iba. Parpadeé unos instantes, luego lo mire a los ojos y muy despacito suspire, ya con los ojos húmedos le pregunté: ¿qué hice mal?, ¿yo tuve la culpa?, ¿me quiso en algún tiempo?, ¿ahora qué sigue?...

Muchas veces ahí mismo, llorando, le había implorado qué nunca me sintiera como ahora me siento, le dije que sería buena y que su alabanza siempre estaría en mis labios, prometí ser buena chica y que me cuidará todo el tiempo. En tres ocasiones ahí mismo pedí por ti y por mí, pero siempre aparte: por tí con los tuyos y por mí con los míos. Ahora era distinto, sentí en el pecho un reproche que me callé por no ser correcto, le pedí perdón si hice algo malo, le pedí perdón muchas veces por todo, a ver si así me aliviaba un poco.

No se puede olvidar lo que me hiciste ese día, no se asimila que desaparezca de tu vida, ya no entiendo nada de esta vida, tal vez yo soy de Marte y caí por equivocación en este planeta. Todos hablan, todos gritan, todos dicen lo que les estorba en la vida. Yo nada más quisiera gritarte que hay odio y dolor por tu partida, que he deseado hasta tu muerte, que con un vudú quisiera pasarte mi dolor y mala suerte, y las lagrimas de sangre que lloré por tus mentiras, pero la verdad es que al escucharte te diría que te extraño todavía.

Tú engrandeces por tener tan buena suerte en el amor y con mentiras, por tener como a ésta tonta más de 10 en cada puerta. Antes de ti me sentía distinta, única y superior a cualquiera. Nunca estuve entre tus brazos, ni correspondiste a mi mirada, fui invisible para ti y eso alimentaba tu grandeza de ser el Rey de…

Todo eso pensé frente a mi Cristo del Milagro, creo que hasta él ésta confundido, porque yo siendo buena estoy sufriendo, y tú siendo malo andas disfrutando, sí lo confundí con tanto reclamo. Pero me dijo con sus ojos que me ama, y no lo suelte de la mano…

Amarte a tí (Ricardo Arjona)...

Amarte a ti no es lo mejor, lo tengo claro.
habiendo tantas cosas por hacer, menos traumáticas.
como hallarle figuras a las nubes,
o como ir al cine o no hacer nada.
amarte a ti no es lo mejor, pero me gusta.
quizás estoy jugando como siempre al masoquista.
en ves de distraerme con el fútbol,
o con el internet como hacen todos.
amarte a ti no es lo mejor, pero es perfecto,
para encontrarle algún sentido a esta rutina,
de ser por siempre solo un ciudadano,
solo uno mas.
amarte a ti me hace sufrir, que buena suerte.
para acordarme de que existo y de que siento.
para tener en que pensar todas las noches,
para vivir.
amarte a ti es un veneno que da vida.
es una antorcha que se enciende si se apaga.
es lo sublime junto con lo idiota.
es lo que siento y a quién le importa.
amarte a ti es la verdad más mentirosa.
es lo mejor de lo peor que me ha pasado.
es la ruleta rusa por un beso,
es lo de siempre improvisado.
amarte a ti es un error dice un amigo,
que cree que ser feliz es estar libre,
y se pierde del matiz que da lo incierto,
amarte a ti.
es la embajada de un instante en mi cerebro.
es también haberte odiado un par de veces.
amarte a ti es un absurdo y lo sabemos,
y así será... mientras nos dure.