Un ángel duerme...

… cuando me desperté, quise comprobar que no había sido un sueño. Entré a la recamara y sí, estabas ahí como un niño durmiendo, tu carita estaba relajada, estabas boca abajo con las manos abiertas, tus piernas tenían la forma de un “4”, producías un ronquidito tan suave, hasta me pareció encontrarle un ritmo de música romántica. Me acerqué y toqué con mis manos tus mejillas, tus ojos, tu nariz, cuando toqué tus labios, cambiaste de posición dando la vuelta para mostrarme completamente tu carita fina.

Pude darme cuenta que andabas vagando sobre un sueño muy profundo o muy lejano, entonces me aproveche de la ausencia de tú alma y quise acariciarte más. Primero te contemple y me imaginé muchas cosas sobre los dos, quise que hoy fuera el ayer que esperé, y que el ayer se proyectar en un futuro que ya es hoy.

Jugué con tus manos por mucho tiempo y me aproveche de ellas para qué me abrazaran, abusé de tu sueño para besarte, y en mi mente te decía cuando te quería. Me confesé en silencio sin que te dieras cuenta, como símbolo de arrepentimiento me enrollé en tus brazos completa. Regresarte del sueño en que vagabas y me tomaste con mucha fuerza, te dije muy suave que nunca me dejaras y sin fuerzas me regalaste una sonrisa.

Son hermosos tus sueños que me dan calma, eres mi amor que me da fuerzas, quiero contemplarte todas las mañanas y amanecer pegada a tus brazos. Eres hermoso a mi lado, eres maravilloso cuando hablas, eres un ángel cuando duermes… seré la guardiana de tus sueños.