cuando Dios cruzó nuestros caminos, tu y yo no imaginamos que sería para amarnos como adan y eva; tal vez tù renunciaste. Por el hechizo de ser la tia chofi toda mi vida.
Podrìa mentir diciendote que te deseo la felicidad a lado de ella, pero no, no quiero que estes con nadie. Sin embargo tú huye ahora puedes alejarte de mí y de mi sangre sin sentir remordimientos.
Quiero morir en el estrés de mi trabajo, soñando con tener mi camioneta que restregaré en mi soledad y solteria por no poder tenerte.
No puedo gritar que te amo y huelo tu piel todas las noches. Es prohibido.
Tengo una herida infectada, que no va a secar. La consecuencia será la operación mas facíl. Imputación de mi corazón, pero ¿podré olvidarte?
Le pido a Dios que me permita conocerte en la otra vida, dónde no exista lo prohibido, y yo no sea la màs estupida por amarte...
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