lunes, 22 de noviembre de 2010

El arte de no dormir.

Eran casi las 11:40 P.M., empezaba a impacientarme por no poder dormir. No acostumbro dormir cuando el sol invade el cielo con su luz, y en esta ocasión había tomado un descanso a las 2:30 P.M. y que obviamente había terminado en un profundo sueño, ése era el motivo porque ahora no pudiera descansar cuando realmente debía.

Decía, púes, que eran las 11:40 P.M. y no podía dormir. La computadora y la web eran una buena opción pero ya no quería estar de nuevo con la computadora, todo el día trabajo con ella que me empieza a fastidiar.
Leo dos libros a la vez, y por el momento no quería continuar con ninguno de ellos —los leo diario y en todas mis horas libres—, sólo quería descansar, sólo eso.

Desde hace quince días ya no duermo en mi cama (bueno en mi casa), mi habitad ha tenido unas modificaciones estos días. Precisamente ahí detuve mi mente, quise sacar una lista de el porque creía ahora que mi vida ciertamente ha cambiado o estaba cambiando. La verdad es que yo la quise cambiar.

Estaba sola en un cuarto que aún es ajeno a mí, digo ajeno, porque ningún mueble me pertenece, solo el espacio es mío. Quise estar sola, ahora lo estoy. Sin embargo —como dice Arjona— realmente no estoy tan sola. Dios siempre me acompaña.

Me doy cuenta que mi vida empieza a cambiar, porque, mi ropa ya no es la misma, también mis zapatos son distintos: tengo sólo un par de tenis y más de 10 pares de zapatillas (es que ahora ya camino sobre 9 centímetros); La mochila por una bolsa, lo que las libretas por una agenda, el cabello tambien es distinto; muchos cosméticos, perfumes, pulseras, aretes, cremas…

Ya no tengo cafés preferidos, ahora me encantan los restaurantes-bar., más amigos, más fiestas, más invitaciones, más diversión. He borrado muchos contactos en mi teléfono, pero he agregado el doble de nuevos amigos. Eran las 01:00 a.m., y todo me parecía genial. Realmente es muy bueno.

En la oficina; mucho trabajo, pero mucha responsabilidad, muchas ganas. Amo y me ama mi familia. Temporalmente vivo en otra casa, pero solo es por “la auto dependencia” que algunas veces todos queremos sentir. O el cambio que hay en mí.

Sentí miedo, pero ahora sé que solo es una reacción sensible a una situación desconocida. Hoy conozco algo más que no sabia. Disfruté mi miedo, mi dolor, mi pena, mi angustia, porque cierta estoy, que no volveré a sentir el mismo miedo por la misma cosa.

3 comentarios:

  1. gracia por volvernos a escribir. Y si es muy grande el arte de no dormir, y más aún el de soñar....

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  2. siempre te dije que cambiarias, y que algun dia serias una mujer en tacones y desde ahi dirijirias tu mundo. Cuando llegaras a mi vida, sabria que vendrias distinta...

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  3. Me gusta como escribes y yo siempre te leo en silencio porque se que estás ahí luchando contra tus miedos y venciendolos. Me gustan los cambios que ha habido en tu persona y que ya hallas olvidado al hombre que no te supo valorar. No hay duda de que es un tonto. tu eres una mujer valiente y lo sé porque dejas que tu esencia escape a travez del teclado. Y voy a pedirte que no te conviertas en superificial ni en algo de plastico pues tu eres algo especial y bello.

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se dice que:

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