viernes, 8 de octubre de 2010

Carta de un suicida.



Se que van a llorar, se que todos dirán porque lo hizo,
sé que querrán tenerme de nuevo a su lado,
para preguntarme que pensé en ese instante…

Siempre vi las nubes blancas y el cielo azul. Puede ver los árboles verdes y el agua clara. Conocí lo montes donde me resbalé con mis primos jugando a las resbaladillas, subí al cerro más grande que conocí y me conecté con Dios. Respiré varios aromas de este mundo, conocí a muchas personas y consideré a varios mis amigos.

Yo agradezco a mis padres, el haber traído a conocer este mundo, es bonito. Yo agradezco el tiempo que me regalaron las personas que me conocieron y si faltó alguien a quien conocer, lo lamento. Fui feliz a lado de cada uno de ustedes, mis sonrisas nunca fueron fingidas, mis palabras no fueron preparadas, el amor y cariño no fue limitado. Yo amo y quiero a mi familia y amigos.

Fui feliz; mi infancia no fue perfecta, sin embargo no me quejo de nada. Mi adolescencia fue decadente pero traté de darle vida. A mis 18 años, empecé a conocer de eso de los “enamorados”. Me da pavor esa palabra. Fui a la escuela siempre y si algún compañero me recuerda cuando yo muera, se lo agradezco. Quién tenga dudas de quién soy; soy la chica que se sentaba en el fondo, la número 17 de la lista de asistencia, la fea y gorda de quien todos se burlaban, soy yo compañeros. Me voy a otra escuela, no desaparezco, simplemente cambio de lugar de residencia, voy con el maestro Jesús que ya me espera.

Hoy es hora de partir a otro lado, no se juzgue nadie, no se culpen por favor, quiero que todo sea tranquilo, quiero que no haya enojos ni reproches, no me critiquen por favor, no lo hagan.

Yo quería hablar de todos y de toda mi vida, pero mi pecho se comprime y el corazón siento que explota, mis manos me sudan y mis ojos lloran. Si ahora escribo, es porque no quiero que hagan preguntas absurdas y no den respuestas falsas. Yo me voy porque quiero, porque no soy de este mundo —siempre lo he dicho— quise crear un paraíso, pero fue solo una quimera.

Yo puede quedarme acá, pero no quiero. Esa es la respuesta si la buscan. No quiero quedarme acá; no es por ustedes, no es porque me hagan nefasta, no es porque no los quiera, no es porque no quisiera seguir a lado de ustedes. Soy cobarde, sí, soy muy cobarde que no pude repararme de un golpe tan duro que me han dado. Pero no son ustedes padres, hermanos, familia y amigos, no, no son ustedes, soy yo.

Me divertí tanto con mis hermanos y padres, fui tan feliz a su lado, por ustedes familia y amigos, siempre me sentí amada, por algunas personas no, pero ahora ya que importa…

Recuérdenme de vez en cuando, sería absurdo pedirles que no me lloren, pero en esta vida llegué llorando y vacía y me voy con llantos y sin nada…



1 comentario:

  1. Felicidades me agrado mucho tu spacio la pacion con que desbordas el paso de la vida, alado de tantas alegrias, escribes padre.... no tengo critica alguna ya que todo sale de lo mas ondo del corazon....
    atte.
    chent

    ResponderEliminar

se dice que:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails