viernes, 9 de abril de 2010

Muñecas de porcelanas

Mis niñas, mis muñecas, he agradecido por dejarme entrar a sus vidas, pero con tu permiso, claro ya me lo has dado GMG, voy a recordar, porque empecé a narrar EXILIADA. Recuerdo cuando nos sentaste en la fogata, dijiste ― vean las estrellas de un 27 de diciembre― estando las cinco en el suelo de “un haz de corazones”. Muy seria nos miraste, yo, como siempre de platicona, te dije: ya cuéntanos todo, ―replico JM―, quiero saber como se enamoraron, como se fusionaron. Tú muy tranquila dijiste, ella es ahora mi dulcinea, cuando era una muñeca de trapo, yo jugué a ser su infancia, todas dijimos: ¡¡¡coomooo!! ―así como escucharon― dijiste.
Recuerdo que ahí fue cuando empezaste a contarnos su historia, y en mi cabeza quedo un estigma de ese relato, que prometí narrar algún día. Ella, era una muñeca de trapo, que con el juego de palabras del estúpido Mario, había terminado con sus sueños, con su vida, con su alma, pero tú apareciste para levantarla. Dijiste que ella se llamo alguna vez EXILIADA, cualquiera, ramera, rogona etc., y te contó que quería volver a ser niña, que regresará su infancia a ella, Tú como siempre de cariñosa, le dijiste que tú eras la niña que ella había solicitado, pero ella contestó― yo no puedo mirarte, Mario me ha destrozado―, ella ya no soñaba con ser madre, con ser esposa, o la mujer de un hombre, ahí, ahí fue cuando empezaste a lloriquear, te controlaste y seguiste.
Tú llegaste en una noche y esperaste junto a ella el alba, dijiste que le contaste la pena y el dolor que traías arrastrando desde que tu padre te toco donde no debía y ahí fue cuando empezaron a jugar a ser niñas. Que se encerraron en su mundo a jugar a las muñecas de porcelana, que ahora se aman. Tu dulcinea, tu muñeca de porcelana, ahora es feliz a tu lado, ella ha regresado a la escuela, quiere ser abogada. Tú vistes atractiva y trabajas en una oficina, el mundo no se da cuenta de la hermosa historia, que no tienen que dar explicaciones a nadie, pues tu mamá no dijo nada cuando tu padre te violaba, que su familia de ella piensa que eres una buena amiga, pues pensaron que dulcinea no volvería a ser la misma desde que Mario la abandonó y ahora que tù estabas a su lado, ellos apoyaban la felicidad de las muñecas de porcelana.
Todas casi lloriqueando―dijimos― te apoyamos, ahí aprendí que hay heridas que se curan, que ahora que yo amo, puedo soñar con estar a su lado.
Gracias GMG, por esa bonita noche, por que los tequilas nunca me habían sabido tan buenos, beso, beso, gritamos todas, y esta historia aún no se ha terminado…

2 comentarios:

  1. muy bien, lo que no entiendo es porque te escondias, si me gusta como escribes, pero ya te atrapamos hee

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  2. me gusto más el anterior, oie oie, escribe el mio siiiiiiiiiii... y pon el video de las muñecas de porcelana, para que vean que cualquier parecido con la realidad es pura coinsidencia. jijiji

    xauuu JM

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se dice que:

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